Estamos amenazados por otro factor externo en nuestro mundo, aparentemente incontrolable y llenos de sorpresas aterradoras, aparece y desaparece, ataca y nos vuelve vulnerables sin saber donde estar a salvo. Un Curso de Milagros nos habla constantemente de la falsa identificación con el Cuerpo, siendo éste el mayor símbolo del Ego, y donde se anida la amenaza. Está en peligro mi integridad física, es mi salud la que se ve intimidada y la palabra enfermedad y toda su simbología me llenan de terror de pensar en algo tan desconocido y lleno de albures y riesgos.
Me doy cuenta como la enfermedad me sigue dando miedo y llenándome de inseguridad y angustia, trato de alejarme del peligro, de las noticias, pero los comentarios y anuncios me recuerdan el desenlace fatal, el sufrimiento, la muerte, el dolor, obviamente el miedo a lo desconocido, qué pasará si me contagia el virus? El peligro acecha.
Vuelvo a estudiar Un Curso de Milagros y me asegura que estoy a SALVO créalo o no eso no importa, Soy Tal como Dios me Creó, reza la oración y regreso a mi corazón y digo SI, quiero estar ahí, quiero comprometerme y no olvidar nunca lo que quiero recordar de lo que Un Curso de Milagros me enseña y es más, me lo confirma momento a momento. El Milagro me confirma que estoy equivocada en la percepción que tengo de mi y del mundo que me rodea, que estoy armando otra ilusión de terror y que me debo despertar de ese sueño que lo único que hace es hacerme sufrir. Perdonar esa percepción y cambiarla es lo más importante que ahora debo hacer.
Perdonar una y otra vez y mil más, no quiero olvidar esta práctica que me da Paz y me corrobora que soy yo el dueño de mi mundo y de mis percepciones. Quiero no salirme de ahí a pesar de lo que sucede a mi alrededor, quiero permanecer a SALVO perdonando en vez de juzgar, esa es mi función. Me anima pensar que puedo ser parte de la construcción de un mundo mejor, como dice Un Curso de Milagros, dejando atrás el pasado y llenándome de fortaleza para que los pensamientos de ataque y sus consecuencias no me hagan decaer frente a las amenazas.
Fortalecer mi mente, cambiar mi percepción y pensamiento de ataque, y mantenerme en el entrenamiento mental que me propone Un Curso de Milagros, me muestra un camino, me ayuda a dejar atrás lo que veo con mis ojos del cuerpo y me uno a la visión del Espíritu Santo que me ofrece a diario y me brinda su luz y camino. Quiero permanecer constante y comprometido, quiero decidir por mi paz interior que me llena de sentido y me ofrece posibilidades en este momento, pido ayuda, pido dirección, estoy seguro de Su Respuesta.
Me llena de paz y sosiego sentir que tengo una alternativa y un desenlace diferente al que yo me había afianzado en el pánico y terror del momento presente. Doy Gracias y cierro mis ojos, Doy Gracias!
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